¿Te has parado a pensar alguna vez cómo te afectan a ti personalmente las distintas situaciones de violencia que vivimos en nuestro mundo? Y, ¿has pensado qué está en tu mano para favorecer la paz?, ¿qué es lo poquito que está en ti, pero que a modo de “efecto mariposa”, puede convertirse en un gran movimiento que genere una nueva cultura de la no violencia y la paz? Por lo pronto, te animo a que prestes atención a tus posibilidades como educador, como educadora.

El Papa nos invita, una vez más, a tener bien abiertos los ojos a las situaciones de nuestro mundo, y al mismo tiempo contactar con el deseo de paz que todos llevamos dentro. Solo desde ahí, escuchando nuestro interior, compartiendo sueños con otros que deseen lo mismo y siendo creativos para buscar gestos cotidianos y propuestas concretas, podremos recrear entornos de paz. Así lo expresa Francisco:

«Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla». En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz» (Mensaje de la 50 Jornada Mundial de la Paz. 1 enero 2017).

Me encanta esa invitación a la “artesanía”, lo cual lleva inherente la posibilidad de aportar a lo creado “un sello personal”. No se trata de repetir gestos vacíos, ni de enlazar mensajes artificiales en torno a la paz. Somos invitados a ser ARTESANOS DE LA PAZ, creativos, innovadores, concretos y osados. Al leer esta invitación, me vino a la memoria el gesto realizado por la organización Women Wage Peace. ¿Quieres saber en qué consistió?.


Pues bien, solo te recuerdo que uno de esos compromisos que están a nuestro alcance como educadores es celebrar con nuestros alumnos y en nuestros centros la Jornada escolar de la no violencia y la paz, un gesto que nos une a todas las escuelas del mundo. Y al mismo tiempo, desde nuestra opción educativa como escuelas católicas, supone un compromiso ineludible con la Buena Noticia de Jesús de Nazaret. Si quieres contar con alguna propuesta o material que te ayude a inspirarte para recrearla en tu escuela accede a la web de Escuelas Católicas.

Teresa Gil
@teresagilstj