El papa Francisco ha definido la labor educativa como un acto de amor, en el que se da vida. El educador cristiano está llamado a ser testigo de la misericordia en una sociedad donde es difícil encontrar puntos de referencia.
El papa Francisco ha definido la labor educativa como un acto de amor, en el que se da vida. El educador cristiano está llamado a ser testigo de la misericordia en una sociedad donde es difícil encontrar puntos de referencia.