Pánico, vértigo, tensión, nervios… Mil y una emociones recorrieron nuestro cuerpo el día en que nos dijeron que se suspendía la actividad lectiva presencial. Cuando la directiva nos comunicó la decisión que habían tomado tras largas horas de reuniones, nos pareció la mayor locura imaginable: íbamos a trabajar desde casa, siguiendo con todas nuestras clases, solo que por videoconferencia. Así que nuestro horario debería mantenerse intacto, replanteando todas nuestras actividades, nuestros proyectos y nuestras sesiones.Sigue leyendo
DUELOS INIMAGINABLES
Lo peor está por llegar, nos dicen. Y para muchas personas lo peor ya ha llegado. La muerte nos visita con su cara más fiera: la del abandono. Pacientes que mueren en medio de la vorágine de los hospitales, sin sus seres queridos al lado. Y, sin embargo, no están solos.Sigue leyendo
ESTANDO YA MI CASA DESPLEGADA
Cada día pesa, y los datos caen a plomo, como a plomo cae esa creencia de que podemos con todo y a cualquier precio. La voluntad de poder del ser humano topa con la fragilidad de su hechura, en la que se cuelan virus y pandemias sin permiso. ¿Qué ha pasado? Quizá nos pasa que no sabemos lo que nos pasa, como decía Ortega, y así nos va. Creemos que lo tenemos todo controlado y el virus nos descontrola y vence.Sigue leyendo
Teledocencia y coronavirus
Hasta hace muy poco si nos hubieran preguntado la relación entre estas dos palabras no habríamos sabido responder. Hoy lo tenemos claro.
Las medidas impuestas por las Comunidades Autónomas sobre el cierre de los colegios nos han obligado, en muchos casos, a transformar la educación de los centros en teleformación en tiempo record y no nos ha dado tiempo a organizarnos ni formarnos tan rápidamente o de la manera más eficaz y lógica.Sigue leyendo