Con los matices que aportan los distintos carismas, con las especificidades de cada una de nuestras espiritualidades, podríamos decir que nuestros colegios nacen para mejorar la vida de las personas y del entorno en el que nos encontramos. ¿Y ante esto, qué hacemos? Es una pregunta que tenemos siempre presente y que condiciona nuestra manera de estar en el mundo, contemplativos ante la realidad y dispuestos a entrar en acción. Y en el centro siempre, la persona y su desarrollo integral a través de una educación en valores, ayudando a nuestro alumnado a crecer en autonomía, creatividad y compromiso.
En las últimas décadas hemos ido incorporando a la vida escolar los retos de la Ecología Integral: primero fueron los Objetivos del Milenio, después la Agenda 21 escolar y actualmente la Agenda 2030. Sigue leyendo