Desde SM tenemos muy claro nuestro norte, y así lo expresamos en el título que encabeza este post. Para dar respuesta a los retos educativos actuales y acompañar a la escuela católica en sus necesidades. Más de 80 años avalan nuestro buen hacer.
Siempre me ha encantado el cuento El flautista de Hamelín porque se asemeja mucho a la labor que, desde SM, estamos realizando junto a vosotros.
Encontraron las calles invadidas de miles de ratones
Los hermanos Grimm nos recuerdan que los habitantes de Hamelín “encontraron las calles invadidas por miles de ratones”. La escuela en general, y la católica en especial, se halla también dando respuestas a estos “ratones” que están entrando a un ritmo vertiginoso en nuestros centros. Desde SM vemos esta situación como una oportunidad para escucharos y caminar junto a vosotros. Así nació el proyecto Entre Todos, Una, donde realizamos una reflexión profunda sobre la significatividad de la escuela católica con la participación de más de 60 instituciones. Salieron diez retos preciosos después de hacer una lectura profunda de los “ratones”, con propuestas prácticas y enraizadas en el contexto actual. Seguiremos junto a vosotros para continuar interpretando los nuevos signos de los tiempos.
El flautista tocaba una melodía maravillosa
Ante el caos creado por los ratones, aparece el músico, “quien tocaba su flauta con una melodía maravillosa”. El protagonista del cuento es el flautista, al igual que el educador de nuestros centros. Maestros y profesores estáis interpretando partituras impresionantes con acordes que quedarán grabados para siempre en la memoria de todos. Desde SM seguimos componiendo melodías junto a vosotros, confeccionando el pentagrama educativo con notas tan importantes como cercanía, confianza, disponibilidad, servicio, entrega, acompañamiento, etc. Nos sentimos orgullosos de ser copartícipes vuestros en nuevas melodías basadas en proyectos competenciales, a la vanguardia en temas digitales donde el centro pedagógico es siempre la persona a educar.
La clave de sol de nuestro pentagrama se llama “Juntos cuidamos la educación”. El tema del cuidado es el sello identitario y nuestra melodía principal. Desde ahí vamos colocando las notas precisas y componiendo nuevos registros que sonarán genial en vuestras manos.
Cegados por su avaricia, las autoridades contestaron: “¿Acaso crees que te pagaremos por tocar la flauta?”
Al igual que el flautista se topa con incomprensiones, la escuela católica seguirá sorteando piedras en el camino. ¿Ha habido algún momento de la historia en que esto no haya sido así? La clave está en permanecer fieles a nuestra misión, educar evangelizando y evangelizar educando, y no dejarnos llevar por esas voces derrotistas que suenan en diversos foros y que no entienden nuestro trabajo (o no quieren entenderlo). En momentos complejos hemos, como nos recuerda el papa Francisco, de remar juntos tejiendo redes comunitarias y fraternas sin perder el norte. Desde SM os seguiremos ayudando para la construcción de esa “escuela en salida”, en evangelización, verdadera fuente de cualquier transformación interna. Nos sentimos unidos a vosotros en esta tarea conjunta de educar con sentido desde un Sentido (con mayúscula) que nos marca el camino. Juntos seguiremos superando dificultades y solventando retos.
Los niños de la ciudad, arrebatados por aquel sonido maravilloso, iban felices tras los pasos del flautista
El flautista feliz genera felicidad en sus destinatarios, nuestros niños. Nos recuerda la finalidad del proceso educativo: lograr la maduración integral de la persona mediante el desarrollo de todas sus posibilidades. De nuestros centros saldrán felices y con las herramientas necesarias para afrontar la vida. Esta frase final de la historia evoca una idea clave para nuestro ámbito educativo: el saber humaniza. También arroja varias cuestiones cruciales: ¿Qué perfil de persona queremos construir? ¿Para qué educamos? ¿Cómo conseguir una escuela inclusiva donde la atención a los más desfavorecidos, a los “invisibles”, sea algo esencial? ¿Qué estrategias implementar para que el alumno sea el centro de la acción educativa? Continuaremos reflexionando junto a vosotros en estos temas esenciales porque tenemos el mismo objetivo: la felicidad de nuestros alumnos.
Sigamos construyendo un mundo mejor desde la escuela, poniendo música feliz en la partitura de todas nuestras comunidades educativas. ¡Contad con nosotros!
Diego Cuevas
Relaciones Institucionales Grupo-SM