Existen héroes más allá de las superproducciones de Marvel. Incluso más allá de las heroicas acciones que podemos ver cada día en los telediarios, como es la labor que desempeñan los “cascos blancos” en la ciudad de Alepo, que sin duda merecen ese Premio Nobel de la Paz al que están nominados.
Los “cascos blancos” son ciudadanos voluntarios que arriesgan, cada día, sus vidas para rescatar a las personas que quedan bajo los escombros tras los bombardeos. Sin embargo, en esa misma ciudad de Alepo podemos encontrar héroes anónimos, misioneros que entregan sus vidas, tratando de reconstruir un país en ruinas sustituyendo la escopeta por un lápiz: Maristas, Salesianos, Jesuitas… Les mueve la fe en un Dios capaz de cambiar los corazones que se abren a su misericordia, y enseñan, más con su vida que con palabras, un Evangelio que ofrece los valores capaces de transformar la sociedad.
“En efecto, la fe es un don de Dios y no fruto del proselitismo; crece gracias a la fe y a la caridad de los evangelizadores que son testigos de Cristo. A los discípulos de Jesús, cuando van por los caminos del mundo, se les pide ese amor que no mide, sino que tiende más bien a tratar a todos con la misma medida del Señor; anunciamos el don más hermoso y más grande que él nos ha dado: su vida y su amor. Todos los pueblos y culturas tienen el derecho a recibir el mensaje de salvación, que es don de Dios para todos. Esto es más necesario todavía si tenemos en cuenta la cantidad de injusticias, guerras, crisis humanitarias que esperan una solución. Los misioneros saben por experiencia que el Evangelio del perdón y de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz”, papa Francisco, Mensaje para el DOMUND 2016.
Pero no nos centremos solo en aquellos misioneros que trabajan en esta castigada ciudad de Alepo. Con el recién estrenado “octubre misionero” se nos ofrecen 30 días para conocer a tantos otros testigos de la “Alegría del amor”; entre ellos, nuestra querida Isa Solá, religiosa de Jesús María, cuya misión en Haití fue truncada el pasado mes de septiembre.
El 23 de octubre celebraremos el DOmingo MUNDial de las misiones, nos uniremos en la acción de gracias por la Iglesia Misionera. En el 90 Aniversario de esta Jornada instituida por Pío XI en 1926, y con el lema “Sal de tu tierra”, OMP nos invita al compromiso evangélico allá donde estemos:
“Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”, papa Francisco, Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 20.
Desde Escuelas Católicas os animamos a trabajar el material que ofrece OMP para la campaña de este año. Además, en nuestra web puedes descargar una sencilla dinámica que pretende ayudar a nuestros alumnos, y a nosotros mismos, a seguir profundizando en la labor que realizan los misioneros en Alepo, y en el drama que viven tantos refugiados que huyen de esa situación. Quién sabe si nos permitirá sentir, aunque sea un poco, lo que viven tantas personas hoy en día, y comprendamos uno de los valores evangélicos fundamentales: la hospitalidad.
Mercedes Méndez
@memesira