En noviembre de 2023 se me ocurrió escribir un cuento a mi sobrina, para su comunión, que se celebraría en mayo del año siguiente. Quería plasmar en él algunos consejos que me apetecía dejarle, a modo de “legado”, de parte de su tito. Para ella y para mis otras tres sobrinas claro, pero principalmente para ella, porque al ser la mayor, es la que antes se enfrentará a lo bello y difícil de crecer, al duro camino de la adolescencia, lleno de dudas e inseguridades.

La historia de “Mirlo, el pajarito que no podía cantar”, nació al leer un artículo que hablaba de la búsqueda de estos pájaros por encontrar una melodía que cantarán durante toda su vida. 

Qué presión pensé, tener que encontrar tu lugar en el mundo y dedicarte en cuerpo y alma a ello. 

En este cuento escribo sobre la importancia de aceptarse a uno mismo, de relativizar los problemas, de tratar de estar tranquilos y de perder el miedo. El miedo al qué dirán, el miedo al fracaso, el miedo a ser diferente, el miedo al futuro, el miedo a vivir. También escribo sobre la importancia del humor, que nos ayuda a reírnos de las dificultades del día a día, y la importancia de saber estar triste cuando es necesario, pero guardando algunas lágrimas para mañana y no gastarlas todas hoy.

Es un libro musical, con temas que ponen en valor la música popular latinoamericana (son cubano, guajira, chacarera…), para que, en este mundo tan globalizado, no se pierdan los orígenes, en este caso musicales, y porque mis sobrinas son muy reguetoneras, y como un tito comprometido con el arte, quiero que descubran otras melodías.

En spotify y youtube podéis escuchar gratis las canciones del cuento:

 

 

Para llevar a cabo este proyecto me he rodeado de dos artistas impresionantes: Marian González, que ha creado todas las ilustraciones del libro y ha sabido llenar de vida y expresiones a todos los personajes. Y Luisina Kippes, que ha compuesto las catorce canciones del cuento con un mimo, dulzura y conocimiento increíble. 

El libro de Ken Robinson “El elemento”, me inspiró mucho también a la hora de escribir el cuento, aunque el elemento de uno no sea alguna habilidad muy destacable, sino simplemente ser bondadoso y alegre. También he intentado trabajar valores como la amistad y el amor a la familia, para que entre ellas, hermanas y primas, se cuiden, se apoyen, crezcan unidas y valoren qué increíble tesoro es tener una familia que te quiere y amigos que se preocupan por ti.

Creo que este cuento puede tener cabida en los centros educativos, ya que, podría servir de inspiración a los más pequeños y a los no tan pequeños, incluso, a adolescentes. También es un libro con el que pueden aprender sobre algunos pájaros, sobre conceptos de la naturaleza, sobre lo enriquecedor que es viajar y conocer otras culturas, sobre la inclusión del diferente y sobre la importancia de saber respirar y calmarse.

Os cuento de qué trata el cuento, para que, si os apetece, vaya el curso que viene a vuestra escuela a hacer una presentación de libro ¡con concierto incluído de la compositora!

Mirlo es un pequeño pajarito negro que vive en el Bosque de las Melodías. Allí, todas las aves aprenden a cantar, para poblar después el planeta de preciosas melodías. Fue allí donde nació la música.

Pero Mirlo no es capaz de cantar. Algo se lo impide. Lo que sí sabe hacer es volar. Siempre que está enfadado, frustrado o triste, vuela. Y un día voló tanto que sin quererlo acabó lejísimos de su casa.

Durante su regreso conocerá a nuevos amigos que le enseñarán qué es lo importante de la vida. En este viaje, el pequeño Mirlo se irá conociendo poco a poco y, lo más importante, se irá aceptando.

Me gustaría terminar con la dedicatoria del libro, que sintetiza un poco mis intenciones con este cuento:

 

Para mis sobrinas,

para que vuelen

tan alto y lejos,

como lo sean 

sus sueños.

 

 

Alvaro Moriano Díaz