Con el final de curso a la vuelta de la esquina, abordamos el reto de enfrentarnos al último empujón de cerrar este año y de empezar a pensar en el próximo. Un reto que nos lleva a reflexionar sobre si hemos cumplido con los objetivos planteados al inicio y cómo podemos mejorar de cara al siguiente. Todo ello siempre teniendo en cuenta nuestro papel fundamental de acompañar a nuestros alumnos en su crecimiento personal y académico que logre convertirles en ciudadanos libres, responsables y respetuosos con ellos mismos y con su entorno.
Y en ese camino hacia su vida adulta, debemos reflexionar sobre qué conceptos, competencias, actitudes o valores queremos trabajar con ellos en el aula y cómo abordarlos de una manera dinámica e innovadora. Es clave que no solo comprendan lo contemplado en el currículo, sino que lo hagan desde el respeto, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la autonomía o la autorregulación.
Educación y sostenibilidad
Tal y como indica la UNESCO, la educación transforma vidas y a través de ella podemos cambiar actitudes que lleven a las futuras generaciones a abordar los retos del mañana. Educar en el desarrollo sostenible y el cuidado del planeta es uno de ellos. Por ello, este organismo internacional recomienda incluir esta problemática en los planes educativos.
En España, esta formación sobre transición ecológica y Agenda 2030 será obligatoria a partir del próximo curso 2022/2023 para Primaria y Secundaria, tal y como establece la LOMLOE. Nuevos contenidos que nos llevan a buscar iniciativas y proyectos que nos ayuden a preparar estos, sin olvidarnos de acercar a las aulas metodologías innovadoras que acompañen esa transformación personal del alumnado.
Convencidos de esta forma de entender nuestro papel como docentes y de afrontar los retos del futuro, decidimos poner en marcha un proyecto de metodologías activas (aprendizaje cooperativo y por proyectos, fundamentalmente) y una apuesta por el uso de las TIC en nuestro centro: el Colegio San José-Niño Jesús, de Reinosa. Un centro de Atención Preferente en el que estudian aproximadamente 600 alumnos y que está ubicado en el entorno rural del sur de Cantabria.
En este contexto, surgió la necesidad de encontrar contenidos educativos de calidad que nos permitieran realizarlo, en base a las premisas comentadas y que, además, fuese transversal para poder trabajarlo desde diferentes áreas de conocimiento. Fue así como llegamos a Zinkers, dentro de la oferta educativa de Fundación Repsol para Educación Secundaria. Un programa que pone a disposición de los docentes, de manera gratuita y desde el rigor y la neutralidad, recursos didácticos sobre la energía, medioambiente, sostenibilidad y Agenda 2030.
La experiencia de innovar
Abordamos esta primera experiencia en el curso 2020/2021 con dos grupos de 1º de la ESO a la vez, en las materias de Biología y Geología, así como también colaboramos en Geografía e Historia.
Dos profesores (David Tejido y Daniel Rucandio) fuimos los que nos embarcamos en esta iniciativa que nos permitía impartir los contenidos de una manera flexible, adaptándolos a nuestra programación, y utilizar los materiales de manera independiente en función de nuestros objetivos de aprendizaje.
Además, las propuestas de participación y reflexión para los alumnos permiten adaptarlos a distintas metodologías, diferentes contextos de aprendizaje con y sin tecnología, y distintos niveles competenciales y curriculares.
A lo largo de cinco capítulos, los alumnos recorren un viaje con la narradora del programa, Álex, una estudiante de Ingeniería Industrial, quien primero, a través de un test, los anima a identificar cuál es su talento para así poder crear grupos de trabajo en los que cada estudiante asume un rol.
Una vez creados los equipos, trabajamos con los alumnos desde los distintos tipos de energías primarias, sus centros de transformación y cuál es su uso. Asimismo, se abordan las diferencias entre calidad del aire y cambio climático, y los impactos que generan las diferentes energías en estos, así como se plantea un debate sobre esta problemática.
En el tercer capítulo, centrado en la movilidad sostenible, se habla de los recursos energéticos y su aplicación en este ámbito, con actividades como “Descubre tu motor”, donde los equipos investigan sobre los diferentes tipos de motores y su consumo en función de distintas variables.
Pero, sin duda, el capítulo más valorado por alumnos y docentes es el cuarto. En él se invita a los equipos a diseñar un modelo de mix energético de un país y pensar cuál es la manera más sostenible de dar respuesta a sus necesidades energéticas, teniendo en cuenta el presupuesto adjudicado. Para ello cuentan con un dosier con datos reales tomados de la Agencia Internacional de la Energía y un simulador que les ayuda a realizar los cálculos correspondientes. Finalizado el ejercicio, los estudiantes toman conciencia de la dificultad que supone variar el mix energético de un territorio, manteniendo su demanda y, al mismo tiempo, reduciendo las emisiones de CO₂ para combatir el cambio climático.
Nuestra experiencia con Zinkers fue muy positiva. Experimentamos una alta participación del alumnado que trabajó perfectamente en equipo y se implicó tanto que superó nuestras expectativas.
Nuestros alumnos, agentes del cambio social
Como cierre del programa, se abordan los Objetivos del Desarrollo Sostenible y cómo podemos contribuir a ellos, en los que todos somos parte responsable de su consecución.
Por ello, se propone a los alumnos reflexionar sobre todo lo aprendido durante el proyecto y plasmarlo en un manifiesto en el que cuenten sus aprendizajes y compromisos que van a adoptar y donde nuestros alumnos dieron rienda suelta a su creatividad.
Volviendo a la afirmación de la UNESCO de que la educación transforma vidas, efectivamente transforma a las personas y es nuestro rol como docentes despertar en ellos el espíritu crítico que les permita construir su propio pensamiento desde la reflexión y el aprendizaje continuo.
Buscar herramientas innovadoras que nos permitan cumplir con ese objetivo forma parte de nuestro día a día y esta experiencia nos ha permitido lograrlo.
Daniel Rucandio
Profesor de Biología y Geología del Colegio San José-Niño Jesús