Qué alegría si estás leyendo estas letras porque querrá decir que estás vivo, que se te regala abrir los ojos por la mañana, que tendrás un lugar confortable donde refugiarte del frío y te rodeará gente querida que te calentará el corazón en medio de este temporal.
Qué suerte los que leeréis estas líneas que os proponemos a continuación porque querrá decir que sois de las personas afortunadas en este mundo que sabéis leer, que estáis enrolados en el mundo de la educación y que, quizás, tendréis este blog de Escuelas Católicas marcado en el “Destacados” de vuestros dispositivos electrónicos.
Menudo regalo saber que, en medio de la nieve, del temporal o de lo que cada uno va viviendo en este inicio de año tan movido, podemos agarrarnos al Jesús que hizo cola, como uno de tantos, para bautizarse en el Jordán; al que quitó el pavor a los discípulos en medio del temporal mientras caminaba sobre el agua; al que es la luz en medio de la oscuridad y nos invita un año más a “darles vosotros de comer”. Tenemos mucho que agradecer y más aún cuando sabemos que somos trabajadores y trabajadoras de su viña.
Hoy, en este inicio de año 2021, el Señor te mira, se sonríe y te invita a continuar el camino siendo bien y haciendo el bien como Él hizo. Ojalá podamos sentirle cercano en estos 365 días llenos de oportunidades.
Te invitamos a comenzar con ánimo el envío de este trimestre invocando su nombre con esta oración:
Gracias Señor,
por cuanto soy, tengo, pienso, deseo…
Porque puedo sentir, soñar, educar,
servir y trabajar.
Porque, como el samaritano,
me envías a amar.
Porque me regalas la escucha,
la ayuda, la voluntad.
¡Por tanta creatividad!
Por mi vocación educadora,
con el envío a buscar vida en
cuantos me rodean y
me hacen ser mejor:
Los pequeños con su ilusión,
los adolescentes con su pasión,
los compañeros
acompañando, programando…
Por los de cerca, los de lejos,
los que dicen hola y también adiós.
Por estos 365 días
llenos de posibilidades.
Por todo. Por tanto:
¡GRACIAS, SEÑOR!
Equipo de Pastoral de Escuelas Católicas